“De pie, como siempre”
🌿“De pie, como siempre”
por Rubén Gustavo Ayala Williams
Me dejaron sin llaves, sin rostro, sin nombre,
la calle fue altar y el frío, un hombre.
Fui sombra sin eco, fui carne sin casa,
testigo del mundo que pasa y no abraza.
Los que un día llamé mi raíz y mi cielo,
me soltaron el alma, negaron consuelo.
No supieron del hambre que cruje en los huesos,
ni del viento que muerde los sueños más presos.
Pero entre cartones, entre lluvia y pena,
una chispa callada me subió la escena.
Y así, entre ruinas de lo que fui un día,
brotó una esperanza vestida de orgía.
Aquí estoy, sin rencor, con la frente erguida,
de pie, como siempre, abrazando la vida.
Porque aunque me caiga, aunque el mundo huya,
mi espíritu canta, mi alma no disminuya.
🌱 Reflexión Profunda
"Cuando te dejan, tú te encuentras"
Hay momentos en que el alma toca fondo y el eco del silencio es más fuerte que cualquier grito. Cuando fui arrojado a la calle, desnudo de afectos y traicionado por quienes creí eternos, no solo perdí un techo: perdí la ficción de que el amor siempre abriga.
Dormir bajo estrellas frías me enseñó que no todo lo que brilla acompaña. Aprendí a abrazarme en la intemperie, a convertirme en mi propio refugio. Fue entonces —cuando el mundo se despegó de mí— que me descubrí completo: con miedo, sí, pero también con fuego.
La herida fue mi maestra. Me enseñó a no suplicar lo que merezco. A no vivir esperando que me validen. A sostenerme con la dignidad intacta, aunque los pies sangren.
Hoy entiendo que no todos los abandonos son castigos: algunos son empujones del alma hacia sí misma. Volví a caminar. Volví a nombrarme. Y, sobre todo, volví a creer en ese hombre que fui, que soy, y que nunca más permitiré que se apague.
A quienes hoy sienten que la noche no termina, les digo esto:
La oscuridad no es el final. Es el útero del renacer.
No busques fuera lo que ya vive dentro.
No te rindas, aunque el mundo ya lo haya hecho contigo.
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