Madre de Arrugas y Sueños

 

Madre de Arrugas y Sueños

Madre, en tu piel las arrugas son caminos,
huellas de años, de batallas, de cariños,
cada surco es un eco de abrazos callados,
y en tus ojos, cielos aún soñados.

Tus manos, ahora temblorosas, firmes con los años,
sostuvieron nuestras vidas, guiaron sin descanso,
y aunque ahora ya viejitas, algo fatigadas,
en tu amor siguen siendo alas abrazadas.

Nos diste todo, hasta lo que no tenías,
cediste tu pan para nuestras alegrías,
y mientras no comías para darnos más,
nosotros, sin saber, no veíamos de lo que eras capaz.

Guardaste en silencio tus propias penas,
para que nuestra risa fuera siempre plena,
y aunque los años hayan frenado tu andar,
tu corazón sigue siendo nuestro hogar.

Hoy, en tu mirada, encuentro serenidad,
y en tu sonrisa, la paz de la felicidad.
Gracias, madre, por tanto y por todo,
por ser cimiento, tronco, brote y todo.

Y aunque el tiempo haya ralentizado tu paso,
sigues erguida en nuestro abrazo,
porque madre querida, siempre serás,
la reina inmortal de nuestro hogar.

Ruben Gustavo Ayala Williams

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