UN PADRE, UN HIJO, UNA SEPARACIÓN... 💔
UN PADRE, UN HIJO, UNA SEPARACIÓN... 💔
Por Rubén Gustavo Ayala Williams
—Oye, papi... ¿por qué ya no quieres a mi mami?
—¿Por qué dices eso, hijo? A tu mami siempre la voy a querer y amar. Ella me dio el regalo más grande que una mujer puede dar: me regaló la dicha de tenerte, de verte crecer, de alegrar mis días... y me hizo muy feliz con ese regalo.
—¿Entonces, por qué no estás con nosotros?
—La vida, hijo... Al principio, tu mami y yo caminábamos juntos por el mismo sendero, tomados de la mano, llenos de ilusiones. Dios, al ver tanto amor, nos mandó un tesoro: tú. Con tu llegada, la felicidad fue aún mayor: ya éramos tres caminando juntos... Y durante mucho tiempo fuimos muy felices.
—¿Y por qué te fuiste?
—Porque, hijo, las cosas no salieron como soñábamos.
Quisimos construirte el mejor hogar, darte el mejor ejemplo... Pero el camino se volvió difícil: los problemas, el dinero que faltaba, las discusiones... Poco a poco nuestras manos se soltaron, hasta que terminamos caminando separados.
—¿Tú me quieres, papi?
—¡Claro que te quiero, mi príncipe! Eres lo mejor que me ha pasado.
Le doy gracias a Dios todos los días por haberte enviado a mí.
Sé que te he fallado... No fue mi intención, pero así sucedió.
Hoy no puedo abrazarte, no puedo darte un beso de buenas noches ni llevarte a la escuela. Soy el padre más triste del mundo sin ti a mi lado.
—¿Papi... por qué lloras?
—Lloro, hijo, porque no puedo verte todos los días... porque me he perdido tantos momentos contigo... tus cumpleaños, cuando se te cayó tu primer dientito y quedaste con esa sonrisa traviesa. Lloro porque mi corazón se siente incompleto sin ti.
—Papi, yo te quiero mucho. Mi mami dice que tú eres el mejor papá del mundo, y que siempre preguntas por mí. Cuando me hablas y te escucho reír, también siento que estás triste. No estés triste, papi... Eres el mejor papá del mundo.
—Ojalá pudiera retroceder el tiempo y cambiar un poquito nuestra historia, hijo mío.
Te amo, mi príncipe. Nunca lo olvides.
Siempre estaré aquí para ti, para apoyarte, para guiarte...
Quizá no he sido el mejor ejemplo, pero prometo ser el mejor amigo que puedas tener.
—Papi, ya voy a colgar, tengo que irme a la escuela. ¡No llores! ¡TE QUIERO MUCHO, PAPI! ¡TE MANDO MUCHOS BESOTES!
—Cuídate mucho, mi príncipe. Dale un saludo grande a tu mami. Te quiero, hijo hermoso. Hasta pronto.
Palabras, Solo Palabras
Ruben Gustavo Ayala Williams
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