Injusticia en Tribunales de Familia

 

Injusticia en Tribunales de Familia

La imagen que representa a un padre encadenado en un tribunal de familia refleja una realidad que, aunque incómoda de aceptar, es vivida por miles de hombres en todo el mundo. En estos espacios donde se debería buscar la justicia y el bienestar de los hijos, muchas veces los derechos de los padres quedan relegados, minimizados y, en algunos casos, completamente ignorados.

Desigualdad en el trato judicial

Las estadísticas y los testimonios de padres varones revelan un patrón preocupante: en disputas legales, los jueces suelen otorgar la tenencia y el derecho de permanencia en el hogar familiar a las madres, incluso cuando existen dudas razonables sobre su idoneidad. Mientras tanto, el padre, sin importar su vínculo emocional y dedicación con sus hijos, es reducido a visitas esporádicas y a un rol económico.

El dolor silenciado en los pasillos

El llanto de los padres en los pasillos de los juzgados se convierte en un eco apagado por un sistema que parece no escuchar. Hombres que desean ver a sus hijos, compartir momentos significativos, guiar su crecimiento, pero son apartados por denuncias que muchas veces no son debidamente investigadas. El simple hecho de una acusación se convierte en sentencia, y la puerta que conecta a un padre con su hijo se cierra sin apelación.

La manipulación y la victimización

Es una realidad que en múltiples casos, algunas madres utilizan el sistema judicial para manipular la situación, presentándose como víctimas ante los tribunales mientras ocultan engaños, infidelidades o manipulaciones emocionales. El padre, señalado y encadenado por prejuicios, queda aislado, mientras el niño crece con una versión distorsionada de la realidad.

Un llamado a la equidad

La justicia debería ser un espacio imparcial, un lugar donde se evalúe el bienestar del menor por encima de los conflictos entre los padres. Es urgente un cambio en la perspectiva judicial que permita investigar con profundidad cada denuncia, equilibrar los derechos y, sobre todo, garantizar el vínculo afectivo entre padres e hijos sin trabas injustificadas.

La lucha de los padres varones por la igualdad en los tribunales de familia es un grito silenciado que merece ser escuchado y atendido, porque los hijos tienen derecho a crecer con ambos padres, sin manipulaciones ni injusticias.

Ruben Gustavo Ayala Williams

Palabras, Solo Palabras



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