El cuervo y la jarra
El cuervo y la jarra
Un cuervo sediento sobrevolaba un árido paisaje, exhausto bajo el sol abrasador. Tras un largo vuelo, divisó una jarra bajo la sombra de un árbol solitario. Se acercó con esperanza y, al asomarse, vio un poco de agua en el fondo. Sin embargo, por más que estiraba el cuello y el pico, no lograba alcanzarla.
Intentó volcar la jarra con sus patas y su pico, pero era demasiado pesada. Golpeó el borde con frustración, sintiendo cómo la desesperación amenazaba con apoderarse de él. Entonces se detuvo. Respiró. Pensó.
Miró a su alrededor y notó que el suelo estaba cubierto de pequeñas piedras. Tuvo una idea. Tomó una con el pico y la dejó caer dentro de la jarra. Luego otra. Y otra más. Con paciencia, repitió el proceso una y otra vez. Poco a poco, el nivel del agua comenzó a subir.
Finalmente, cuando el agua estuvo al alcance, el cuervo pudo beber hasta saciar su sed. No había sido la fuerza, sino su ingenio y su perseverancia, lo que le permitió lograrlo.
Moraleja:
Cuando enfrentes un obstáculo que parece imposible, no te rindas. La desesperación nubla el juicio, pero la paciencia, la inteligencia y los pequeños esfuerzos constantes pueden transformar lo inalcanzable en realidad.
A veces, una piedra a la vez es todo lo que se necesita para cambiar tu destino. 💡✨
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