Queridos hijos

 Queridos hijos


Hoy les hablo desde lo más profundo de mi corazón. Sé que he cometido errores, que les fallé y que muchas veces pude haber hecho las cosas de otra manera. No hay un solo día en el que no piense en ustedes, en los momentos que compartimos y en todo lo que daría por volver a abrazarlos.

No quiero justificarme ni pedir que olviden lo que pasó, solo quiero que sepan que lo lamento de verdad. Mi amor por ustedes sigue intacto, y mi mayor deseo es que encuentren en su corazón un espacio para escucharme, para entender que, aunque me equivoqué, nunca dejé de amarlos.

Sé que el tiempo ha pasado y que tal vez hay heridas difíciles de sanar, pero si algo aprendí en este tiempo es que nunca es tarde para pedir perdón y demostrar con hechos lo que uno siente. Estoy dispuesto a hacer lo que haga falta para recuperar aunque sea un poco de lo que perdimos.

Si algún día me dan la oportunidad, si me permiten un momento para hablar, para mirarnos a los ojos, estaré aquí, con el corazón abierto, listo para abrazarlos y demostrarles cuánto significan para mí.

Los amo con todo mi ser.

Con amor y esperanza,

Oración para pedir perdón a mi familia
Señor, hoy vengo ante Ti con un corazón quebrantado,
cargando el peso de mis errores y el dolor de la distancia.
He fallado a quienes más amo,
y mi alma llora por la oportunidad de enmendar el daño.

Te pido, Dios de misericordia, que toques el corazón de mis hijos,
que sanes sus heridas y que les des paz.
Que puedan escuchar mi voz y sentir mi arrepentimiento sincero,
que no vean solo mis fallas, sino también mi deseo de cambiar.

Señor, pongo en tus manos a la mujer que amé y lastimé,
concédele fuerza, paz y todo lo que su corazón anhela.
Si es tu voluntad, permíteme algún día mirarla a los ojos
y decirle cuánto lo siento, cuánto valoro todo lo que hizo.

Te pido que seas el puente entre nosotros,
que un día nos permitas volver a abrazarnos,
y que lo que hoy es dolor se transforme en sanidad.

No sé cuánto tiempo tomará,
pero confío en que Tú restauras lo imposible.
Dame paciencia y humildad,
y, sobre todo, ayúdame a demostrar con hechos
que mi amor es real y que mi arrepentimiento es sincero.

Amén.

Ruben Gustavo Ayala Williams
Blog Spot Palabras, Solo Palabras



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