Ecos del Silencio
Ecos del Silencio
Palabras, solo palabras
En la mesa vacía del frío invierno,
La vela susurra historias de antaño,
donde el calor de los míos era mi anhelo.
Las sillas ausentes gritan su vacío,
sus ecos retumban en mi corazón.
¿Dónde están las risas, las manos tendidas,
las promesas tejidas en la unión?
Hoy, la Navidad me encuentra perdido,
en un mar de recuerdos que hieren sin fin.
El abrazo negado, el amor escondido,
la familia que un día me dejó partir.
Tendré una Navidad sin familia,
solo el frío y la sombra de un ser que fui.
Extraño el brillo de sus miradas,
las voces dulces que eran mi hogar.
Sus risas, sus pasos, sus almas doradas,
son el latido que no puedo olvidar.
Y aunque el amor de mi vida sea un sueño lejano,
su nombre susurro al anochecer.
Porque en cada rincón de mi ser humano,
su huella eterna vuelve a nacer.
Pero en esta noche de nieves y estrellas,
mi alma cansada aprende a creer:
Que incluso en la soledad más eterna,
la luz de la esperanza puede renacer.
Palabras, solo palabras,
pero entre sus líneas se dibuja el eco
de aquello que el corazón aún guarda,
el silencio de un amor eterno.
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