"Me paro en la brecha"
Reflexión Bíblica: "Me paro en la brecha"
La frase "pararse en la brecha" proviene de la Biblia y refleja la intercesión, el compromiso y el sacrificio de quienes se colocan entre Dios y una situación crítica en favor de otros. Este concepto lo encontramos en pasajes como:
1. Ezequiel 22:30:
"Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé."
En este versículo, Dios buscaba a alguien que se levantara como intercesor por la nación, alguien dispuesto a orar, luchar espiritualmente y abogar por el arrepentimiento del pueblo. Este llamado sigue vigente: Dios busca personas comprometidas a pararse en la brecha por su familia, su iglesia, su comunidad y su nación.
2. Ejemplo de Moisés:
En Éxodo 32:11-14, Moisés se puso en la brecha cuando el pueblo de Israel pecó al hacer el becerro de oro. Intercedió ante Dios, pidiendo misericordia, y gracias a su oración ferviente, el juicio fue retenido.
3. Cristo, el máximo intercesor:
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre."
(1 Timoteo 2:5)
Jesús se paró en la brecha definitiva por toda la humanidad. Él es el ejemplo supremo de intercesión, sacrificio y amor.
¿Qué significa pararse en la brecha hoy?
- Orar con fervor: Clamar por aquellos que están lejos de Dios, por los necesitados y por los que enfrentan pruebas.
- Ser un puente: Mostrar el amor de Dios a quienes lo necesitan, ayudando a sanar relaciones rotas y trayendo esperanza.
- Defender la verdad: Ser una voz de justicia y compasión en un mundo que necesita luz.
Oración:
"Señor, aquí estoy dispuesto a pararme en la brecha. Ayúdame a interceder por los que necesitan Tu gracia, a ser un canal de Tu amor y a vivir una vida comprometida con Tu voluntad. Enséñame a clamar, a actuar y a confiar en que Tú puedes traer restauración y esperanza. Amén."
Conclusión:
Pararse en la brecha es un acto de fe, valentía y amor. Dios nos llama a ser intercesores y a reflejar Su corazón misericordioso en un mundo que necesita Su salvación. ¿Estás dispuesto a responder a este llamado?
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