Cuando la Verdad Encuentra su Voz La historia que nadie quiso escuchar, escrita por quien ya no teme hablar.

 

Cuando la Verdad Encuentra su Voz

La historia que nadie quiso escuchar, escrita por quien ya no teme hablar.

“Pueden cerrar puertas, negar palabras y callar testimonios, pero jamás podrán apagar la verdad que uno lleva escrita en el alma.”

Durante años guardé silencio.
Silencio por respeto.
Silencio por miedo.
Silencio porque creí, ingenuamente, que la justicia hablaría por mí.

Pero esa justicia nunca llegó.
No porque no exista, sino porque cuando uno no puede pagar un abogado, su verdad queda en un segundo plano: se archiva, se descarta y se olvida en un rincón donde nadie se detuvo a escuchar.

Hoy escribo porque es el único medio que me queda.
No lo hago desde la venganza.
No lo hago desde el rencor.
Lo hago desde una necesidad profunda y legítima: recuperar mi lugar en mi propia historia.

Fui apartado del hogar sin poder explicar mi versión.
Fui juzgado sin defensa.
Fui señalado sin que nadie quisiera escuchar mi verdad.

Y aun así, sigo de pie.
Porque uno puede perder un techo, pero no su dignidad.
Puede ser empujado a la calle, pero no deja de ser padre.
Puede ser malinterpretado, pero jamás pierde la esencia de lo que realmente vivió.

Hoy, a partir de este momento, estoy dispuesto a seguir revelando fragmentos de nuestro matrimonio.
No para herir.
No para atacar.
Sino para que, por primera vez, alguien me escuche.

Cada palabra nace de mi memoria, del dolor que aprendí a transformar en aprendizaje y de un deseo profundo: que ninguna persona vuelva a quedar silenciada detrás de una injusticia que no puede enfrentar económicamente.

No busco culpables. Busco verdad.
No busco destruir. Busco ser escuchado.
No busco odio. Busco cerrar heridas con claridad y respeto.

Este blog es mi único tribunal.
Esta escritura, mi única defensa.
Y mi voz… mi voz es lo único que jamás permitiré que vuelva a apagarse.


Reflexión y llamado

Ojalá estas palabras lleguen a quienes alguna vez se sintieron solos, expulsados, señalados o ignorados.
A quienes saben lo que es golpear puertas que no se abren.
A quienes, como yo, encontraron en la escritura el refugio que la justicia les negó.

Mi verdad no es un arma.
Es una luz.
Una luz para iluminar lo que viví, lo que aprendí y lo que todavía estoy reconstruyendo.

Invito a quien lea esto a hacerlo con empatía, sin prejuicios.
Porque detrás de cada historia hay un corazón que late, una familia que dolió y una vida que intenta volver a empezar.


Ruben Gustavo Ayala Williams
Autor y compositor – Palabras, Solo Palabras
Registro Ley 11.723DNDA

“Escribo porque es la única manera que tengo de recuperar mi voz.”





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