Cuando el amor de un padre se convierte en una lucha contra la injusticia - Palabras, Solo Palabras
Cuando el amor de un padre se convierte en una lucha contra la injusticia
Por cada hijo que crece sin poder abrazar a su padre.
Por cada padre que espera en silencio detrás de una puerta cerrada por decisiones marcadas por el egoísmo o el resentimiento.
No existe dolor más hondo que el de un padre que quiere amar y no puede. Un padre que desea estar presente, acompañar, educar, compartir los días y las noches de su hijo, pero se encuentra frente a un muro invisible construido por la indiferencia y la falta de empatía.
Ese muro no sólo separa cuerpos: separa almas, historias, y vínculos que merecen ser protegidos.
A diario, muchos padres en Argentina atraviesan una realidad que golpea fuerte: un sistema que, en vez de fortalecer el vínculo familiar, a veces lo deshace. Un sistema que escucha una sola voz, que no indaga lo suficiente, que no se detiene a mirar más allá de los expedientes. Mientras tanto, los hijos crecen con un vacío que ninguna versión puede reemplazar.
Impedir el contacto entre un hijo y su padre no es un acto de amor ni de justicia. Es una herida silenciosa que lastima a todos.
Es negarle al niño el derecho a amar a ambos progenitores, y negarle al padre la posibilidad de ejercer su rol con dignidad, ternura y presencia.
Quienes utilizan a los hijos como herramienta de presión cargan con un peso que tarde o temprano se refleja en su propia conciencia.
Pero quienes aman de verdad, quienes resisten sin odio y siguen creyendo en la justicia del tiempo, se sostienen en una certeza profunda: la verdad siempre encuentra su camino, aun cuando la justicia tarde en abrir los ojos.
Este texto no nace del rencor.
Nace de la necesidad de pedir dignidad, igualdad y humanidad.
Es un llamado a jueces, instituciones y a toda la sociedad para comprender que un padre presente no es una amenaza, sino una necesidad vital en la vida de un hijo.
Y a vos, padre que estás leyendo esto, te hablo desde la experiencia y desde el corazón:
No te rindas.
Aunque te nieguen los abrazos, aunque el silencio duela, aunque la espera sea interminable, seguí luchando.
Porque el amor auténtico no claudica, y la verdad —siempre— termina saliendo a la luz.
💬 “Un hijo no se posee, se ama. Y el amor de un padre jamás debería necesitar permiso.”
✍️ Ruben Gustavo Ayala Williams
📜 Derechos reservados – Ley 11.723
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