Cuando el sol pareció apagarse: Carta abierta a mis hijos

 

🌤️ Cuando el sol pareció apagarse

Hijos míos, la vida me enfrentó a pruebas que nunca busqué, a silencios que dolieron como gritos y a ausencias que desgarraron el alma. Sentí que el sol se había apagado y que la esperanza se había escondido detrás de nubes que no se corrían. Pero incluso en la oscuridad más larga, aprendí que siempre queda una chispa latiendo en el corazón, y esa chispa son ustedes: Isaías Benjamín, Johanna Mariana y Rubén Maximiliano.

Hoy quiero dejarles estas palabras, no como un lamento, sino como una siembra de amor y memoria. Porque nada, ni la distancia, ni el tiempo, ni las decisiones injustas, podrán borrar la verdad más profunda: que los amo con todo mi ser, y que mi vida entera sigue brillando por ustedes.


🌌 Carta abierta a mis hijos

Hijos amados:

Si alguna vez sienten que el mundo los carga con tristezas, recuerden que su padre también caminó noches interminables sin estrellas. Me arrebataron abrazos, me cerraron puertas, me alejaron de la casa donde reía con ustedes. Y en medio de esa tormenta, pensé que mi sol había muerto.

Pero el tiempo me enseñó algo distinto: ustedes son mi sol, y jamás se apagaron.
En cada lágrima que derramé, estaban sus nombres.
En cada golpe de la vida, aparecía su fuerza para sostenerme.
En cada silencio que me dejó sin palabras, los escuchaba a ustedes, aunque estuvieran lejos.

Sé que el sistema, las decisiones ajenas y las injusticias nos arrancaron instantes que jamás volverán. Pero aunque no pude estar en cada cumpleaños, en cada mañana de escuela o en cada abrazo de buenas noches, nunca dejé de acompañarlos desde el único lugar que nadie puede quitarme: mi corazón.

No se trata de borrar recuerdos tristes, porque no se puede borrar lo que ya está escrito en la vida. Se trata de darle un nuevo significado: que cada herida me hizo más fuerte, que cada ausencia me enseñó a valorar los segundos compartidos, que cada injusticia me reafirmó como padre.

Hoy les escribo para que sepan que sigo aquí: esperando, soñando, resistiendo. Que todo el dolor lo transformo en palabras, para que un día puedan leerlas y entender que este amor jamás se rindió.

Ustedes son la razón por la cual sigo levantándome, la luz que guía mis pasos en la noche más oscura, la certeza de que no hay nube eterna capaz de apagar el sol que brilla en nuestro vínculo.

Y cuando la vida nos regale el reencuentro, Isaías Benjamín, Johanna Mariana y Rubén Maximiliano, quiero que sepan que no llegará un hombre derrotado, sino un padre que aprendió a caminar con sus cicatrices, que convirtió el dolor en esperanza, y que nunca dejó de amarlos.

Porque aunque la vida quiso convencerme de que el sol se había apagado, descubrí que en realidad estaba guardado en ustedes, brillando dentro de mí.
Porque jamás es tarde para volver a empezar de nuevo.


— Papá
Rubén Gustavo Ayala Williams

Palabras, Solo Palabras

📜 Todos los derechos reservados. Este texto se encuentra protegido por la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual.



Comentarios

Entradas populares