🌸 A mi querida prima Liliana 🌸 Reflexiones sobre la infancia, la juventud y el poder del amor familiar, Aunque ya no me recuerdes, yo jamás me olvido de ti. ¡Feliz cumpleaños!

 

🌸 A mi querida prima Liliana 🌸

Reflexiones sobre la infancia, la juventud y el poder del amor familiar


Memorias de infancia

La memoria es un río que nunca se detiene. Y cuando pienso en vos, Liliana, vuelven a mí aquellos días de la infancia en los que compartíamos todo como si realmente fuéramos hermanos.

Caminábamos juntos a la escuela, con los cuadernos bajo el brazo y la inocencia dibujada en el rostro. Entre juegos, risas y pequeñas travesuras, fuimos tejiendo un vínculo que nada ni nadie podrá borrar, porque nació en la raíz de la vida, en esos años en que el mundo parecía tan grande y nosotros tan pequeños, pero tan llenos de sueños.


Juventud y esperanzas

También guardo en mi corazón las imágenes de nuestra juventud, cuando el tiempo nos regalaba esperanzas, ilusiones y esas charlas interminables que solo los jóvenes saben tener, creyendo que el mañana siempre estaría ahí, dispuesto a esperarnos.


Pruebas de la vida y apoyo familiar

Pero la vida, con sus pruebas, a veces nos arrastra por caminos oscuros. Yo lo sé mejor que nadie. Hubo un tiempo en que me encontré tirado en la calle, sin rumbo, sin fuerzas, cargando derrotas y errores.

Fue entonces, prima, cuando tu mano apareció. En medio de mi necedad y mi orgullo, vos estuviste allí, recordándome que la sangre compartida es un lazo que nunca se rompe. Me ayudaste a levantarme cuando más lo necesitaba, aunque yo no supiera reconocerlo en ese instante.

Hoy sé que no fue solo tu gesto, sino también la mano de Dios, que tocó mi corazón y me permitió ponerme de pie nuevamente. Y aunque sigo caminando con cicatrices, sigo teniendo sueños. Sueños que me sostienen, que me empujan, que me hacen creer que todavía hay una oportunidad para volver a abrazar a mi familia, para reconstruir lo que el tiempo, la rutina y los errores fueron desgastando.


Gratitud eterna

Por todo esto, Liliana, gracias. Gracias por la infancia compartida, por la juventud vivida, por el amor de prima que siempre sentí como el de una hermana, y por ese momento de tu mano tendida, que cambió más de lo que yo imaginaba.

Porque, aunque la vida nos lleve por senderos distintos, lo vivido nos une para siempre.

Aunque ya no me recuerdes, yo jamás me olvido de ti.
¡Feliz cumpleaños!


🌟 Reflexión final

En este camino que todos transitamos, no hay nada más valioso que las personas que nos acompañaron en la infancia y en los momentos más duros.

La vida es breve, y muchas veces dejamos que la rutina nos aparte de quienes fueron pilares en nuestra historia. Pero nunca es tarde para agradecer, para tender la mano, para reencontrarse.

Porque al final del día, lo único que realmente nos pertenece son los recuerdos y el amor que supimos dar.


📌 Derechos de autor: Palabras, Solo Palabras Texto registrado con derechos de autor – Ley 11.723

Para Liliana, mi prima, mi hermana del alma, y para todos aquellos que aún recuerdan y valoran los lazos que el tiempo no puede romper.



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