CUANDO YA NO ME VEAS…
CUANDO YA NO ME VEAS…
Carta desde el silencio
A veces el amor más grande no se ve.
Se siente. Se guarda. Se transforma.
Esta es una carta para quienes seguimos amando más allá de la ausencia.
Para quienes aún buscan señales en el viento, en las estrellas, en un sueño que se repite...
Cuando ya no me veas...
cuando el silencio se instale en el lugar donde solía estar mi voz,
cuando el mundo siga girando sin mi presencia física,
quiero que sepas que sigo ahí...
en tu memoria,
en tu forma de mirar el cielo,
en cada detalle que compartimos alguna vez.
Y si me buscás en tus sueños y no me encontrás,
no te angusties.
Tal vez en ese instante no estoy durmiendo contigo,
porque habito despierto en tu corazón.
No estés triste si los días pasan volando.
Es mi manera de ayudarte a sanar.
De recordarte que la vida no se detiene,
que hay belleza incluso en medio del dolor.
Que aún sin mí, vale la pena seguir caminando.
Sé que te duele.
Sé que buscás respuestas.
Sé que a veces pensás que fue injusto,
que el tiempo nos jugó en contra.
Pero hay cosas que no se explican con la razón.
Hay despedidas que llegan sin avisar.
Y aun así, el amor no se va…
solo cambia de forma.
Estoy bien.
De verdad.
No cargues culpas. No te castigués.
No llenes tus días de preguntas sin respuesta.
Mi tiempo había llegado, aunque nadie lo entendiera.
Ni vos, ni yo.
Por eso hoy, te pido con el alma:
no te rindas.
No apagues tu luz.
Viví por mí. Viví por vos.
Disfrutá el sol, el viento, la lluvia, el canto de los pájaros,
la risa de quienes te rodean,
las cosas simples, lo cotidiano…
Viví. Amá. Creé. Perdoná.
Y si alguna noche sentís que no estoy,
que no aparezco en tus sueños ni en tus pensamientos,
mirá la vida.
Mirá con los ojos del alma.
Estoy en una mariposa blanca que cruza tu camino.
En una canción que llega justo a tiempo.
En un suspiro profundo cuando creías no poder más.
Yo soy esa señal.
Y mientras me sigas amando,
mientras mi nombre tenga un lugar en tu memoria,
mientras tus pasos sigan avanzando,
yo no habré partido del todo.
Respirá.
Fluí.
Seguí caminando.
Nos volveremos a encontrar… cuando sea el momento.
Este texto forma parte del blog Palabras, Solo Palabras
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© Ruben Gustavo Ayala Williams
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