Mi verdad silenciada: testimonio de un padre excluido

 

Mi verdad silenciada: testimonio de un padre excluido

Por Rubén Gustavo Ayala Williams
Todos los derechos reservados – Ley 11.723


Después de más de treinta años de matrimonio, de trabajo incansable, de construir un hogar y criar hijos con amor, me encontré solo. Sin casa. Sin familia. Señalado. Condenado sin juicio.

Y esta es mi verdad. No la que otros contaron. No la que se murmura por las redes o en los pasillos. La que yo viví. La que no fue escuchada.

Un día, la madre de mis hijos me dijo que ya no me amaba. Que había otro. Un viejo conocido de su infancia. Todo estaba planeado. Lo descubrí en mensajes. Cuando la enfrenté, no hubo explicaciones, solo furia. Mi hijo mayor, Maximiliano, intentó defenderme y fue echado de su casa. Yo, en cambio, me sumí en el dolor.

Caí. Me refugió el alcohol, el cigarrillo, palabras dichas en momentos de desesperación. No fui violento. Fui un hombre quebrado. Pero usaron ese estado emocional para denunciarme y excluirme de la casa que construí con años de esfuerzo.

Tiempo después, ella abandonó el hogar, llevándose a nuestro hijo menor, Isaías. Me dejó en la más absoluta soledad. Y en esa soledad, me equivoqué: me vinculé con otra mujer. La relación duró poco. Pero bastó para que llegara otra denuncia. Ya no vivíamos juntos, pero la Justicia volvió a actuar: una orden de desalojo. La policía tocó mi puerta y tuve que irme.

Sin casa, sin apoyo, terminé en la calle.

Dormí en plazas. Viví con frío. Me insultaron. Me golpearon. Me robaron. Escuché disparos. Me hundí. Pasé semanas que no le deseo a nadie. Y aun así, no dejé de soñar con volver a empezar.

Pedí ayuda en un hogar. Me abrieron las puertas. Empecé tratamiento. Comencé a sanar. Hoy recibo una pensión por discapacidad, producto de mi operación de columna y el desgaste físico tras tantos años de trabajo. Con esa pensión cumplo mi obligación: pago la cuota alimentaria por mi hijo menor.

Pero la justicia no actúa igual para todos.

Se dispuso que Isaías reciba tratamiento psicológico para reconstruir el vínculo conmigo. No se cumple. Y nadie lo exige. A mí, en cambio, me descuentan sin falta. Lo acepto, pero también lo señalo.

Hoy, al caminar por mi barrio de siempre, San Ignacio en Bernal, me cruzo con vecinos que me juzgan. Que me dicen “eso te pasó por borracho”. Que me amenazan, me corren, me quieren golpear o denunciar. No conocen mi historia. No saben todo lo que perdí. No saben cuánto me dolió.

No soy un borracho. Soy un hombre que atravesó una crisis emocional profunda. Que cayó. Que se desordenó. Pero que se levantó. Estoy en tratamiento. Estoy lúcido. Estoy firme. Y tengo derecho a pedir justicia.

Incluso mi hijo mayor, que ahora vive en Barcelona, me amenazó por mensaje diciéndome que no me meta más con su madre “porque me puede pasar algo”. Lo denuncié. No por odio. Sino porque también tengo derecho a vivir sin miedo.

Mi familia se quebró. Algunos de mis hermanos me insultan por redes sociales. La mirada social me condenó. Pero mi conciencia está en paz. Porque mi verdad existe, aunque nunca haya sido escuchada.

Hoy quiero volver a mi casa. No quiero que nadie quede en la calle. Ni mi exesposa ni mis nietos. Pero tampoco es justo que yo, que lo di todo, hoy no tenga nada.

No tengo abogado. No tengo dinero. Pero tengo voz. Tengo palabra. Tengo derecho a contar mi historia.

Estoy siendo acompañado por la Defensoría N.º 4 de Quilmes. Y esta súplica va dirigida al Juzgado de Familia N.º 4, ubicado en Alvear 480, Quilmes, para que escuchen este testimonio. Para que la justicia no sea solo para quien puede pagarla, sino también para quien se atreve a contar su dolor.

Esta es mi verdad.
Y por fin, hoy, tiene nombre.
Y tiene dueño.

Si leiste esta historia y te gusto te invito a compartir y que me dejes un comentario.


Rubén Gustavo Ayala Williams
Blog: Palabras, Solo Palabras

Radio Murmullo
Quilmes, Buenos Aires –Julio 2025
🖋️ Obra protegida por la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización expresa del autor.



Comentarios

Entradas populares