Navidad en Silencio

 Navidad en Silencio

Queridos Isaías Benjamín, Johanna Mariana y Maximiliano Rubén,

En esta Navidad, mi corazón está lleno de amor por ustedes, aunque la distancia y el silencio a veces parezcan ser un muro que nos separa. Quiero que sepan que cada pensamiento mío, cada latido de mi corazón, lleva su nombre. Ustedes son mi mayor bendición, mi razón de ser, y nada puede cambiar el amor inmenso que siento por cada uno.

Sé que la vida a veces nos lleva por caminos difíciles, y quizá no siempre haya sabido expresarles cuánto los amo o lo importantes que son para mí. Pero hoy, en este día que celebra el amor y la unión, quiero que sepan que los extraño profundamente y que siempre los estaré esperando con los brazos abiertos.

No importa dónde estén o qué estén viviendo; siempre serán mis hijos, y mi amor por ustedes es incondicional, eterno e inquebrantable. En este día, mi mayor deseo es que sean felices, que encuentren paz en sus corazones y que, cuando estén listos, podamos reencontrarnos y sanar cualquier herida del pasado.

Los amo con todo mi ser, y siempre estoy aquí para ustedes.

Con todo mi amor,
Papá ❤️

La mesa está puesta, pero falta el canto,
el eco de risas, el abrazo dado.
El árbol se viste de luz y esperanza,
mas en mi pecho hay un hueco que avanza.

La Navidad llega, pero trae su cruz,
un cielo estrellado, mas sin tanta luz.
Los nombres que un día llenaron mi hogar,
hoy son un susurro que quiero abrazar.

Hijos del alma, ¿dónde están sus risas?
¿Por qué el amor se perdió en las brisas?
Les di mi vida, mi fe y mi empeño,
y hoy solo quedan recuerdos y un sueño.

Pero aún en la sombra, arde una llama,
un fuego sagrado que nunca se apaga.
Es el amor que, aunque callen los años,
permanece eterno, venciendo los daños.

Esta Navidad, aun en la distancia,
en mi corazón guardo su fragancia.
Y ruego al cielo, en humilde oración,
que encuentren la paz y el perdón en su unión.

Ojalá que algún día me quieran hablar,
que rompan el muro y puedan llegar.
Hijos, aunque lejos, siempre los amaré,
y en mi Navidad su luz guardaré.

Ruben Gustavo Ayala Williams

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