Carta de un padre a sus hijos

 

Queridos hijos

Espero que al leer esta carta se encuentren bien. No sé por dónde empezar, pero siento que es importante que comprendan lo que llevo en el corazón, pero ante todo les pido perdón.

Recuerdo los días en que sus risas llenaban la casa, cuando pasábamos tiempo juntos, hablando y disfrutando de cada momento. Ahora, esas memorias parecen tan lejanas. Hay una distancia entre nosotros que me duele profundamente. A veces, pienso que he fallado por no ser el padre que necesitaban. Quizás no supe escuchar o no estuve presente como debía serlo.

La verdad es que me siento triste, y no porque ustedes hayan tomado sus propios caminos, sino porque siento que han dejado de amarme como antes. He intentado entender sus decisiones y apoyarlos en lo que han elegido, pero me duele ver que parece que ya no hay ese lazo que nos unía.

Sé que cada uno de ustedes está en su propio viaje, enfrentando sus propios desafíos. Quiero que sepan que siempre los llevaré en mi corazón. Estoy aquí, aunque a veces sienta que no hay un lugar para mí en sus vidas. Si hay algo que he hecho que les ha causado dolor, por favor háganmelo saber. Mi deseo más profundo es recuperar esa conexión que alguna vez tuvimos.

A veces, me encuentro recordando momentos simples: las cenas en familia, las historias antes de dormir, jugar en el patio o simplemente estar en el mismo lugar, disfrutando de la compañía mutua. Me doy cuenta de cuánto extraño esos momentos. Quiero creer que aún hay tiempo para reconstruir nuestra relación.

No importa lo lejos que estemos, siempre estaré a su lado, dispuesto a escucharlos y a aprender de ustedes. Espero que algún día podamos encontrar el camino de regreso, no solo como padre e hijos, sino como amigos. Quiero ser parte de sus vidas, aunque solo sea en los pequeños momentos.

Siempre estaré orgulloso de ustedes, sin importar las decisiones que tomen. Mi amor por ustedes es incondicional, y siempre estaré aquí, esperando el día en que podamos sentarnos juntos y hablar abiertamente. Y cuando llegue el día en que me despida de este mundo, solo recuérdenme con una sonrisa, porque eso es lo que siempre quise para ustedes: la felicidad de nuestra familia.

Con todo mi Amor, Papá

Ruben Gustavo Ayala Williams

Derechos de la propiedad intelectual Ley 11723

Palabras, Solo Palabras Blogger Personal



Comentarios

Entradas populares